Tom, like the medieval Tom O’Bedlam, can’t decipher the meaning of the images plaguing his mind. Much like the wondering and mad Tom of the medieval ballad, the Tom O’Bedlam of 2103 doesn’t know what to make of the images that keep cluttering his mind. To preserve the last shred of his sanity and keep these never-ending wonders a secret, he feigns insanity. But then a probe that has traveled over four light years away transmits the very pictures that have been haunting Tom’s dreams. In this post-industrial world on the verge of a total collapse, Tom has become humanity’s spokesperson to the distant planet that may be his world’s salvation

En el año 2103, Tom O’Bedlam, una especie de anormal que constantemente tiene visiones de otros mundos de belleza y exotismo sin límite, sobrevive junto a una banda de merodeadores en un mundo post industrial y tecnológico. Nadie sabe que la «locura» de Tom es el método para hacer frente a los extraordinarios poderes que posee, poderes que le permiten enviar su mente a través de los inimaginables caminos del espacio, visitar otros mundos y retenerlos en su subconsciente. Cuando una sonda estelar lanzada a Próxima Centauri, a cuatro añoz-luz de la Tierra, transmite imágenes de vida, se descubre el mismo mundo verde de la imaginación de Tom, las mismas imágenes que ha estado transmitiendo telepáticamente a los otros. A veces amenazantes, a veces increíbles, los mundos distantes que se comunican con Tom son revelados finalmente, y Tom O’Bedlam se convierte en su instrumento y su representante en la Tierra