El jeque enamorado
Gracias a Dios no estaba embarazada… ¡pero estaba casada!
Al menos eso era lo que afirmaba aquel hombre, el mismo del que se había enamorado en la universidad… que también aseguraba ser un príncipe del desierto. De acuerdo, habían celebrado una falsa ceremonia y habían pasado la luna de miel en el Caribe, pero era todo de mentira… ¿o no?
El padre del príncipe Reyhan insistía en que ya era hora ...